Un cisne en un pantano no puede ser manchado por el lodo. Su plumaje, espeso y liso, impide que las aguas en que nada hagan contacto con el aire existente entre plumas y piel, así, el ave no se moja y conserva su calor natural. Y por si fuera poco, la cera secretada por la glándula uropigea, ubicada cerca de su cola, posee un efecto repelente del agua que le permite permanecer acicalada y limpia. En el lago cristalino o en la sucia laguna, el cisne no perderá nunca su impoluto resplandor.
Los seres humanos, sin duda, tenemos muchas más cosas que perder que el blanco cisne. Y los venezolanos hemos perdido mucho, durante mucho tiempo. Pérdidas económicas y materiales, porque el trabajo y el esfuerzo dejaron de ser rentables y debemos reinventarnos cada día para sobrevivir. Pérdidas físicas e íntimas, porque nuestras familias están rotas, nuestros hijos lejos, y los menos afortunados han perdido a alguien en un hospital, en una marcha, en una calle cualquiera. Pero las peores de todas nuestras pérdidas, han sido las existenciales: las metas, los ideales, a veces hasta los valores y la dignidad.
A pesar de todo, ¿podemos ser como el cisne? ¿Podemos permanecer centrados en nuestro ser, en medio de las ruinas?
Hay una capacidad particular en todo ser humano que nos permite transformarnos para afrontar situaciones traumáticas.
Resiliencia es la transformación positiva ante la adversidad
Huir no es resiliencia
Oposición no es resiliencia
Adaptación no es resiliencia
Resignación no es resiliencia
Resiliencia es:
Resistir, asumiendo el cambio y la nueva realidad
Rehacerse, creciendo en el dolor
Renacer, transformándonos en alguien mejor
No todos tenemos la misma capacidad de ser resilientes. Pero todos podemos aprender. Yo aprendí hace unos pocos años, y no fue fácil. Nada fácil, hasta que logré comprender el sentido de mi vida en el aquí y el ahora.
Estos diez consejos, que aprendí de Yasmin Zambrano, me ayudaron a construir resiliencia:
1.- Cultiva las relaciones con personas que te aporten energía y buen humor
2.- Mira las crisis como oportunidades, y aprovéchalas
3.- Acepta el cambio negativo, solo así sabrás dónde estás
4.- Usa la creatividad para construir metas posibles, y enfócate en ellas
5.- Toma acciones decisivas, sé el líder de ti mismo
6.- Busca oportunidades para conocerte mejor
7.- Cultiva una visión positiva de quien eres
8.- Mantén las cosas en perspectiva
9.- Conserva la esperanza viva, confía y concéntrate en hoy
10.- Cuida de ti y dirige la atención a tu interior. Meditar, caminar, hacer yoga u otra actividad física que disfrutes, es un plus que tu cuerpo y tu mente sabrán agradecer
En virtud de mi experiencia, agrego algo más: descubre el sentido de tu vida. ¿Cuál es tu trinchera en este planeta, en este país, en este momento de tu existencia? ¿Cuál es tu misión?
Entonces, sacude tu plumaje, acicálate, y disfruta mientras te deslizas sobre el agua, aunque no puedas ver el fondo. La resiliencia es nadar en el pantano sin mancharte, con la certeza de que vas camino al lago transparente.